El dato de inflación del 1,9% marca cuatro meses consecutivos por debajo del 2%, pero el costo de la Canasta Básica Total mantiene los umbrales de pobreza en valores récord.
En un contexto de desaceleración inflacionaria, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó $1.160.780 durante el mes de agosto para no caer por debajo de la línea de pobreza, según los datos de la Canasta Básica Total (CBT) publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Este monto, que determina el umbral de pobreza, registró un aumento del 1,0% con respecto a julio, una suba significativamente menor al 1,9% de inflación registrada en el mismo período. En comparación interanual, la CBT acumula un incremento del 23,5%.
Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define la línea de indigencia, se ubicó en $520.529 para el mismo grupo familiar. Este valor también creció un 1,0% mensual y un 23,5% interanual. Esto significa que si los ingresos de una familia de cuatro personas no superan esa cifra, no logran cubrir sus necesidades alimentarias mínimas.
Inflación en baja, pero con precios altos
Los datos de las canastas contrastan con el reporte de inflación de agosto, que mostró una continua desaceleración. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del octavo mes del año fue de 1,9%, por debajo de las expectativas del mercado, que proyectaban entre un 2% y un 2,2%.
Con este resultado, el Gobierno nacional registró cuatro meses consecutivos con inflación mensual por debajo del 2%, un hecho inédito desde noviembre de 2017. En lo que va del año, los precios acumulan una suba del 19,5%, y la variación interanual se sitúa en 33,6%, la más baja desde julio de 2018.
Los rubros que más presionaron al índice fueron Transporte (+3,6%), impulsado por vehículos y combustibles; Bebidas alcohólicas y tabaco (+3,5%); y Restaurantes y hoteles (+3,4%).
La paradoja: canastas que suben menos, pero en valores récord
La aparente paradoja entre una inflación en retirada y umbrales de pobreza que superan el millón de pesos se explica por la base de precios extremadamente alta existente. Aunque el porcentaje de aumento mensual de las canastas (1,0%) fue inferior al de la inflación general (1,9%), los valores partieron de un piso muy elevado, manteniendo el costo de vida en niveles críticos para los sectores más vulnerables.
Los analistas coinciden en que, si bien la desaceleración de la inflación es un dato alentador y necesario, no es suficiente por sí sola para revertir los altos índices de pobreza. La solución de fondo requerirá de un sostenimiento de esta tendencia a lo largo del tiempo, combinado con un fuerte crecimiento económico y la generación de empleo que permita a los ingresos de las familias recomponerse y alcanzar estos costosos umbrales.