Hace aproximadamente un mes los trabajadores y trabajadoras de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAYF) iniciaron un paro para reclamar por falta de agua, presencia de ratas y conexiones eléctricas peligrosas en los edificios donde trabajan, complicando su tarea: contener a niños y adolescentes en condiciones de extrema vulnerabilidad.
Los reclamos, han obtenido el apoyo de organizaciones sociales, de derechos humanos, colegios profesionales y unidades académicas, con el objetivo de que, en primera instancia, la ministra de Desarrollo Social, Lorena Málaga, los reciba.
Dentro de la DINAYF hay trabajadores sociales, psicólogos, abogados, trabajando con niños, niñas y adolescentes en situaciones de riesgo, buscando protegerlos y resguardarlos de contextos de vida en donde se vulneran sus derechos. Entre las condiciones que denuncian están la sobrecarga de trabajo, al tener un solo espacio para entrevistar a 5000 familias, equipos de abordaje de dos o tres personas que tienen más de 200 legajos asignados y condiciones edilicias precarias como se mencionó arriba.
Además, reclaman por mejores condiciones salariales, el pase a planta permanente de los contratados del sector y el pago de ítems de riesgo por la tarea que realizan.