El recuerdo de los saqueos y la anarquía vivida por los tucumanos en diciembre de 2013 apareció súbitamente este jueves entre los ciudadanos cuando comenzó a circular el anuncio, con el logo del Ministerio de Seguridad, sobre un nuevo paro de los efectivos de la fuerza para este viernes, en coincidencia con la huelga de UTA.
Aunque no fue especificado en el texto difundido, el salvaje crimen a quemarropa de un agente en la Autopista a Famaillá, habría sido la principal razón de la medida de fuerza: «Debido a las situaciones vividas durante los últimos días por parte de la Policía de Tucumán es que nos vemos obligados a exigir mayores garantías para brindar nuestro trabajo de manera segura. No queremos morir más en manos de los que tenemos que aprehender. Es por esto que a partir de las 00 horas del viernes 7 de julio realizaremos un paro policial, no brindaremos servicio hasta tanto no estén dadas las garantías para efectuar nuestro trabajo. Exigimos equipamiento de primera calidad y normativas que nos permitan actuar en conformidad con la ley sin poner en riesgo nuestras vidas. No queremos ser más carne de cañón».
Pero la información fue desmentida desde el Ministerio de Seguridad que, en el sitio oficial del Gobierno, dijo que se «emitió un alerta de falsedad ante la aparición en redes sociales de un supuesto comunicado que sugiere que la Policía de Tucumán realizaría un paro exigiendo garantías para trabajar, luego del fallecimiento del cabo Ramón Sánchez, en el marco de un hecho delictivo ocurrido el martes».
La cartera de la cuál depende la fuerza, agregó: «De esta forma se busca llevar tranquilidad a la comunidad, de que los efectivos policiales cumplirán normalmente con sus funciones».
El crimen de Sánchez
Este martes, el efectivo Ramón Antonio Sánchez, recibió por lo menos 7 disparos en la zona conocida como Las Piedritas, sobre la Autopista de Circunvalación, que une la capital con Famaillá. Al día siguiente fue detenido el presunto asesino quien ahora se encuentra detenido.