El robo y la destrucción del arbolado público en Yerba Buena están a la orden del día. Como bien informó Yerba Buena diario, una veintena de árboles fueron vandalizados este último lunes por la noche. Ocurrió en Camino del Perú, muy cerca de la intersección de las avenidas que unen a Yerba Buena con el centro, las arterias Perón y Belgrano.
Se trata de especímenes jóvenes de fresnos y lapachos de los tres colores (rosa, blanco y amarillo), que habían sido plantados hace algunos meses por la Municipalidad de la Ciudad Jardín en el marco del plan de reforestación con el que pretenden plantar cinco mil árboles al año hasta llegar a la cifra de un árbol por persona.
Sin embargo, rumbo a la meta, desde la Dirección de Ambiente del municipio lamentan hechos como el acontecido en Camino del Perú y que al día de la fecha acumula la lamentable cifra de más de 250 árboles vandalizados, arrancados de raíz o troceados y abandonados a su suerte. Hechos vandálicos que no hacen otra cosa que perjudicar a los ciudadanos, ya que son privados de los numerosos y enormes beneficios que brindan los árboles en su conjunto.
Un buen arbolado público proporciona numerosos beneficios para la salud, tanto física como mental. En el plano físico, los árboles actúan como excelentes filtros de contaminantes atmosféricos, absorbiendo gases nocivos y partículas en suspensión, lo que contribuye a mejorar la calidad del aire y reduce la incidencia de afecciones respiratorias. Además, generan oxígeno y ayudan a mitigar el efecto de la isla de calor urbana, disminuyendo las temperaturas y favoreciendo condiciones más agradables para la actividad física. Desde la perspectiva de la salud mental, los espacios verdes y arbolados promueven la relajación y el bienestar emocional, reduciendo el estrés y la ansiedad. Se ha demostrado que el simple hecho de tener vistas a zonas verdes o pasar tiempo en ellas puede aumentar la concentración, el rendimiento cognitivo y fomentar la interacción social, componentes esenciales para una vida saludable y equilibrada.
En este sentido es que el director de Medio Ambiente de Yerba Buena, Pablo Quiroga, expresa a Diario Yerba Buena su enorme preocupación por estos hechos que, según los datos que manejan desde su área, ya superan la tasa media esperada de vandalismo y escala a niveles que demandan un análisis un poco más complejo.
“Es preocupante porque no solo hay vandalismo, sino que son hecho que se vienen repitiendo de forma sistemática en otros sectores”, señala el funcionario municipal en torno a hechos similares registrados en calles Rojas Paz, Hanta Muerta y Pedro Maderuelo, e inclusive a lo largo de la avenida Perón.

“El vandalismo siempre está dentro de los porcentajes de pérdida cuando uno realiza trabajos de forestación, estamos hablando de un 10% aproximadamente, pero acá ya es preocupante porque en muchos sectores nos han sacado toda una fila de árboles”, detalla con preocupación al tiempo que explica el costoso proceso que significa plantar un árbol en la vía pública. “Los árboles son muy costosos de producir, ya que para ir a la calle necesita una altura de por lo menos 2,5 metros y más de 3 centímetros espesor, esto para tener la certeza de que van a prosperar una vez fuera del vivero, donde también se determina la calidad genética de cada espécimen”, explica.
Mientras desde la Municipalidad se está encarando una producción de especies acordes para la vía pública –árboles que serán plantados de aquí a ocho años-, en paralelo se han adquirido plantines aptos mediante compras a viveros privados y también se ha obtenido una buena parte gracias a la solidaridad de empresas familiares cautivadas por el proyecto de reforestación encarado desde el municipio. “Se ha hecho una inversión importante para generar conexiones verdes en la ciudad”, subraya Quiroga.