Tucumán se vio consternada cuando, hace algunas semanas, Ariel Melián, de 28 años, recibió un escopetazo que terminó con su vida, y el video de la escena fue difundido en las redes sociales.
De acuerdo con las primeras averiguaciones, el joven conducía un carro de tracción a sangre por Alem, de Norte a Sur, cuando fue abordado por un sujeto que le disparó.
Trascendió que el asesino quería vengarse de un robo contra su propiedad que habría cometido la víctima del disparo.
Ahora, la Justicia tucumana determinó 11 años por juicio abreviado al hombre de 71 años (identificado por el Ministerio Público Fiscal como Miguel Bartolomé Cajal) que, después de negociaciones, se entregó a la Policía.
Además, se le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria, justificado por su edad y por un problema de salud en los riñones, siendo rastreado a través de una pulsera electrónica.
Cabe destacar que, en este proceso, todas las partes estuvieron de acuerdo con la firma del convenio, incluida la familia de la víctima.
Es decir, solamente resta esperar a que la pulsera sea habilitada para que Cajal sea llevado a su domicilio.