La semana pasada se conoció el caso del presidente del Concejo Deliberante de Yerba Buena, Rodolfo Aranda de Juntos por el Cambio, asistió al recinto a pesar de estar contagiado de COVID-19. De esta manera, puso en riesgo sanitario a sus colegas y a todo el personal que allí se desempeña. Ahora se cuestiona si la Justicia provincial actuará de oficio y abrirá una investigación contra el funcionario yerbabuenense.
Tras la última sesión del 21 de diciembre, Aranda dio positivo para coronavirus y sólo atinó a enviar un escueto mensaje por chat. Al informar mediante el grupo de WhatsApp que integran, da lugar a que el tema se maneje solo de manera privada. Lo que correspondía era comunicar públicamente sobre el tema a quienes participaron de la sesión.
“He preguntado a diferentes médicos y entienden que son mínimas las posibilidades que a ustedes les haya contagiado”, escribió Aranda. Con este accionar se plantea que no pueda seguir al frente de la conducción del Concejo Deliberante de la Ciudad Jardín, por más que integre la coalición gobernante del intendente Mariano Campero.
