Las últimas derrotas del kirchnerismo en Jujuy, Salta y Misiones han generado alarma en el Gobierno nacional. Pero, sobre todo, en las duras filas de los K puros y duros, quienes se encuentran alineados en La Cámpora, brazo “armado” de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Las caídas electorales recientes impulsaron una estrategia arriesgada y pocas veces vista. Hay quienes aseguran que militantes camporistas no fiscalizarán las mesas del peronismo. Por el contrario, se harían pasar por aficionados al “Cambio” para operar desde el cuarto oscuro y cambiar el rumbo de los resultados.
“¡¡¡Tengan cuidado!! Hay muchos kumpas de La Cámpora afiliándose para ser fiscales de Cambiemos. Esto es posta”, advierte un usuario en las redes.