Feriado trágico. Día negro. El último de todos los tiempos. Si lo que los científicos vaticinan se cumple, cualquiera de las definiciones se ajustaría a lo que podría pasar el 24 de septiembre en Tucumán y en el resto del planeta.
Un asteroide llamado Bennu, más grande que el Empire State, se dirige peligrosamente hacia la Tierra, según precisiones de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA, por sus siglas en inglés).
“Posiblemente se rompió de un asteroide mucho más grande rico en carbono hace unos 700 millones a 2 mil millones de años, relativamente reciente en tiempo geológico. Es probable que se formara en el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter”, explica la doctora en Físicas, Mar Gómez.
Mediante la misión OSIRIS-Rex, la NASA pudo recopilar muestras del cuerpo espacial que son claves para determinar su composición y peligrosidad. Fueron dos años de orbitar Bennu, tomando observaciones hasta poder aterrizar sobre él.
Si bien la probabilidad de impacto es de 1 en 1750, lo que preocupa es la fecha exacta en que se calcula podría tener lugar el hito que podría significar el fin de la humanidad como la conocemos: 24 de septiembre. De todos modos, no hay que perder la cabeza antes de tiempo. SI llegara a ocurrir un hecho catastrófico como el del impacto de un asteroide con la Tierra, sería de aquí a 150, en el día mencionado, pero del 2182. Hasta esa fecha, quizás el hombre ya haya colonizado otros mundos.