Una escena digna de comedia trágica fue la que el gobernador Juan Manzur protagonizó este último fin de semana. En la comuna de 7 de Abril, en el lejano Este que presume manejar su contendor, el vicegobernador Osvaldo Jaldo, hizo una inauguración que roza el ridículo.
En esta localidad las necesidades son tan numerosas como diversas. Solo basta recordar que en ese lugar vivía la pequeña “Lucía”, la niña que fue violada por la pareja de su abuela y cuyo embarazo fue interrumpido en la semana 25. Hablamos de una zona en la que los vecinos demandan una contención especial.
Sin embargo, a Manzur y a su precandidato a senador, Pablo Yedlin, no se les ocurrió mejor idea que inaugurar una canilla. Y no cualquier canilla, sino una de plástico, de los más baratos que ofrece el mercado del rubro plomería.
Quien no dejó pasar la curiosa escena fue el censurado comunicador, Ceferino Décima, que expuso la situación en sus redes sociales, como suele hacer con casi todo lo que hacen los integrantes de este gobierno provincial. “Hoy oreja peluda cortó cinta inaugurando una canilla”, escribió.

Por su parte, el gobernador tucumano, escribió en sus redes que, en realidad, lo que estaba inaugurando en el lugar era ni más ni menos que dos kilómetros de red de agua potable para 80 familias.