La interna en el peronismo tucumano monopolizó la atención de todos en estos últimos días. Otro episodio más de este conflicto político se dio durante el acto de asunción del nuevo defensor del Pueblo, Eduardo Cobos. Por su parte, el presidente subrogante de la Cámara, Regino Amado, en medio del ato deslizó: «Hay pelea cuando hay dos que pelean; cuando hay uno que pelea no”.
La ironía del oriundo de Monteros fue interpretada por los presentes como una indirecta hacia la Casa de Gobierno. Ocurre que el monterizo viene manteniendo reuniones con referentes de la provincia para dejar en claro la ruptura con el vicegobernador, Osvaldo Jaldo.
Luego de esa indirecta, Amado optó por ser cauto: «Puede haber puntos de vista y miradas diferentes que después terminan en un punto de encuentro. Esperamos por el bien del PJ, por la gobernabilidad que esto ocurra”.
Además, el mandatario dijo: “Yo conversé antes con el Gobernador y le dije de las posibilidades de que esto ocurriera; no nos escuchó la recomendación que hacíamos como pares, como integrantes de un proyecto político partidario, que arranca desde la nación con Alberto y Cristina, y en Tucumán con Manzur y con Jaldo».
La disputa entre jaldistas y manzurista se originó por la elección del defensor del Pueblo. El gobernador Juan Manzur pretendía que continuara en el cargo Fernando Juri Debo, pero el espacio de Jaldo impuso a «Lalo» Cobos. A partir de aquí, el manzurismo creó bloques propios en la Honorable Legislatura de Tucumán y en los concejos deliberantes de Capital, de Alderetes y de Banda del Río Salí.