Las declaraciones del oficialista Gerónimo Vargas Aignasse repercutieron en la Honorable Legislatura de Tucumán, rápidamente. El legislador por el oficialismo, fiel al gobernador Juan Manzur reprochó que el líder de Fuerza Republicana (FR), Ricardo Bussi, debió denunciar ante la Justicia penal supuestos actos de amedrentamiento y de presiones a un parlamentario, previo a la sesión que definiría al nuevo Defensor del Pueblo.
Entre las referencias deslizó que el dirigente opositor podría haber pactado con Osvaldo Jaldo, presidente de la Cámara. Ante e el dirigente volvió a cuestionar las acciones de sus pares y entonces integrantes del bloque republicano, Paulo Ternavasio y Juan Rojas, quienes votaron a favor del reemplazante de Fernando Juri Debo a acusación el dirigente expresó: “De ninguna manera, bajo ningún aspecto he trabajado a dos puntas: ni (Juan) Manzur ni Jaldo. No quería participar porque así lo habíamos acordado”.
Además, Bussi remarcó en la entrevista de La Gaceta: “Vargas Aignasse me tiene acostumbrado a este tipo de interpretaciones, que nada tienen que ver con la realidad”. Y añadió: “Cuando se planteó esta pulseada entre el Gobernador y el Vicegobernador, situación ciertamente irresponsable porque ha afectado la gobernabilidad en una provincia desbastada, habíamos resuelto en el bloque de FR no participar”.
“A último momento, producto de las presiones insoportables que recibió Paulo Ternavasio por parte de empleados administrativos de la Cámara, el legislador se sentó en la banca desobedeciendo el mandato partidario, que había sido consensuado entre todos; inclusive, él estaba de acuerdo. De repente, lo vimos sentado”, expresó de manera clara los hechos.
El remate de la nota llegó cuando Bussi señaló que los jaldistas Dante Loza y Armando Cortalezzi lo habían rodeado en la banca y no lo dejaron levantar para conversar con el resto del bloque, ratificando el pedido de expulsión de ambos políticos.