A través de las redes sociales, han iniciado en Salta una campaña para proteger la histórica casa llamada “La Caseros”, en la esquina de Caseros y Lamadrid, que fue donada por sus dueños para difundir la fé católica y, sin embargo, ahora pretenden demolerla y convertirla en una suerte “minishopping”, con locales comerciales.
La propiedad pertenecía a la familia Franzini y, a la muerte de su propietaria, fuera donada a la prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei. La figura bajo la cual se realizó es la de “donación con cargo” por parte de Julia Susana Franzini de López de Zavalía.
El documento atestigua que “el inmueble de calle Caseros 1401, donde funcionara su hogar paterno, tuviere como destino final el de servir a tareas apostólicas de la Prelatura Personal de la Santa Cruz y Opus Dei, como les consta a su esposo é hijos, y sus hermanos hoy donantes, quienes se comprometieron ante ella a llevar a cabo este último deseo”.
Pero la Asociación Cultural del Norte fue la encargada de recibir el título de la donación, la “NUDA PROPIEDAD de las 10/14 partes indivisas del inmueble edificado”, reza el instrumento. Ahora, esta “asociación” desestimó los propósitos originales de la propietaria.
La Municipalidad de Salta, ante el revuelo causado, ordenó la paralización preventiva de reformas a la mencionada propiedad, sin techo y con un deterioro lamentable, calificándola como un inmueble de “arquitectura neocolonial de los años 50”, hecho que fue puesto en duda por profesionales entendidos en la materia. “La Ley 7418 establece que los encargados de dotar de esta categoría al Registro es la Copaus”.
Usuarios de las redes sociales denunciaron que “sacaron permiso exprés de demolición y ocultaron el cartel”, y advierten que la funcionaria que habría autorizado la demolición, María Eugenia Angulo, incurrió “en graves irregularidades en el trámite, si se encontraba en una causal de excusación, y no lo hizo”.
Un poco de historia
La casa, que está ubicada en el 1.401 de la calle Caseros, fue construida aproximadamente en el año 1878. Fue casa quinta de la familia Solá Ovejero. Es una de las pocas casas quintas que quedan en el centro de la ciudad de Salta y es representativa de toda una época. Posee detalles arquitectónicos únicos (fachada con arcos coloniales, mayólicas españolas, techos coloniales, pisos con tablas de madera de tipa colorada en extinción de 15 cm. de ancho por 3 a 5 mts de largo, verjas de quebracho colorado labradas con hacha, etc.)
Luego fue adquirida por Don Robustiano Patrón Costas quien la utilizó como casa quinta y luego como casa de huéspedes del ingenio Tabacal. Allí se alojaron distintas personalidades de la historia de la Provincia de Salta.
Posteriormente, fue alquilada y finalmente adquirida por el arquitecto Carlos Alberto Franzini De la Mota para hogar de la familia que constituyó con Julia del Carmen Fleming Sierra. Allí crecieron los hijos y nietos del matrimonio Franzini Fleming.
Después el arquitecto Franzini donó al Municipio de la ciudad de Salta el Pasaje Calchaquí y en los fondos construyó casas sobre calle Lamadrid y Alvarado. Estas casas figuran como ejemplo de construcción colonial rioplatense en el libro «Arquitectura colonial en Argentina» del arquitecto húngaro Johannes Kronfuss quien destaca la correcta asimilación de las nuevas construcciones a la antigua casa quinta.
Finalmente, los herederos del matrimonio Franzini Fleming donaron el hogar familiar para tareas de prelatura apostólica. La donación y el cargo fueron aceptados por la Asociación Cultural del Norte que nunca cumplió con el cargo y por el contrario la destinó a obtener rentas mediante alquileres a un Colegio.