En pocos días se cumple un año del crimen a Fernando Báez Sosa, quien fue asesinado por un grupo de rugbiers el 18 de enero de 2020 en la puerta de un boliche de Villa Gesell, y los padres de la víctima insistieron en su pedido de justicia: “Que los asesinos tengan una condena ejemplar”.
Los imputados de la causa son ocho rugbiers: Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (20), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (19) y Ayrton Viollaz (21). Todos acusados del delito de “homicidio doblemente agravado por la alevosía y por el con concurso premeditado de dos o más personas”, en donde se contempla como pena la prisión perpetua. El delito es tan grave debido a que la golpiza que le dieron fue tan fuerte que Fernando falleció en el lugar.
En esta misma línea, los padres de la victima, Graciela Sosa y Silvano Báez, reclamaron que se inicie el juicio oral, que ya fue solicitado por la fiscal Verónica Zamboni: “Vivimos muy mal, no pudimos superar la pérdida de nuestro hijo. En el día a día es muchísimo más el dolor, no podemos creer lo que le hicieron. Lo masacraron de una manera que es muy dolorosa. Perdimos lo mejor de nuestra vida”, indicó la madre de la víctima.
“Él nos daba ganas de seguir, prosperar, ahora salimos a trabajar pero sin sentido. Pero sigo adelante, me ayuda a despejarme”, agregó. Y luego, explico que pidieron el juicio oral: “Es incierto el inicio del juicio, esperamos que pronto se conozca la fecha. A nosotros solo nos queda pedir justicia”. Para los padres de Fernando, “la verdadera justicia es la condena perpetua”.
Por otra parte, ambos fueron recibidos este jueves por el presidente Alberto Fernández, que según la madre de Fernando, “se comprometió a que se haga justicia”. El encuentro se produjo en la Quinta de Olivos, en donde los acompaño el legislador Leandro Santoro y el miembro del Observatorio de Víctimas del Delito y sobreviviente de la Masacre de Flores, Matías Bagnato.