Washington.- El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, rechazó este martes las acusaciones de su presunta responsabilidad en la toma del Capitolio y calificó de «absolutamente ridículo» el intento de juicio político en su contra llevado a cabo por el Partido Demócrata.
Asimismo, Trump advirtió que el procedimiento está causando «una inmensa ira» entre sus partidarios.
Respecto de la acusación de alentar el accionar de los violentos con sus declaraciones, el mandatario estadounidense consideró que su discurso ante sus seguidores fue «totalmente apropiado».
«No quiero más violencia. Nunca violencia», sostuvo Trump en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca poco antes de partir hacia Texas, donde visitará las labores de construcción del muro fronterizo y en medio de la tensión política que vive el país tras las caóticas jornadas de la semana pasada.
El presidente de los Estados Unidos se reunió el lunes por primera vez con el vicepresidente, Mike Pence, desde que lo llamó el pasado miércoles por la mañana, horas antes de que los partidarios del mandatario irrumpieran en el Capitolio.
Según señalaron en la Casa Blanca, el encuentro duró 90 minutos y fue «amistoso».
Trump cederá la Presidencia al demócrata Joe Biden, quien ganó las elecciones de noviembre pasado y cuya toma de posesión se producirá en Washington el próximo 20 de enero bajo un enorme despliegue de seguridad.
El ataque del miércoles pasado al Capitolio provocó varias renuncias en el Gabinete presidencial, la más reciente fue la del secretario interino del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Chad Wolf.
«Me entristece dar este paso porque tenía la intención de servir hasta el final de este gobierno. Desafortunadamente, esta acción está justificada por eventos recientes, incluidos los fallos judiciales en curso y sin mérito con respecto a la validez de mi autoridad como secretario interino», remarcó Wolf en un memorando interno.