Buenos Aires.- El gobierno de Alberto Fernández eligió este domingo el silencio en relación con las elecciones legislativas en Venezuela, denunciadas como fraudulentas por la oposición y con las que el presidente de Nicolás Maduro pretende afianzar su controvertida estadía en el poder.
Durante toda la jornada, ni desde la Casa Rosada ni desde la Cancillería emitieron opinión alguna sobre los comicios, las «elecciones más democráticas de la historia» según aseguraban desde el chavismo, en los que se renovaba la composición de la Asamblea Nacional venezolana, principal eje del poder del presidente interino Juan Guaidó, impedido, como otros líderes opositores, de participar del proceso.
Inicialmente, en la Cancillería descartaron durante el domingo que el Gobierno emitiera su postura oficial y se mantuvieron sin precisar la fecha de la toma de posición oficial de la Argentina, a contramano de otros países que condenaron los comicios de manera explícita.
Desde la Cancillería aguardaban el informe final del encargado de negocios, Eduardo Porreti, para emitir una opinión formal sobre el acto electoral, más allá de algún borrador de «tibio apoyo» al proceso electoral que circuló entre los funcionarios, pero que no vio la luz durante el domingo.
A través de las redes sociales, quienes sí se expresaron fueron los referentes del kirchnerismo, que apoyan abiertamente a Maduro y denuncian el «bloqueo» de Estados Unidos al país caribeño y sus intenciones «golpistas» a través de su apoyo a Guaidó.