Por Martín Javier Augier – Polich
Si hay historias complicadas son de los países bálticos y balcánicos, Polonia y Croacia, por ejemplo.
Polonia, por así decirlo deriva su nombre de los “polanos” una tribu eslava occidental.
Polonia pasó desde el Reino de Polonia año 1025 al 1569. Dominado por la alta nobleza polaca, luego fue la Republica de las Dos Naciones una unión del Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania que duró hasta 1795. En el ínterin sufrió la invasión Rusia que siempre ambicionó con anexar a los países bálticos, desde los zares al comunismo.
En 1915, potencias de ese entonces (Alemania, Austria y Hungría), ocuparon los territorios polacos, donde se encontraban las tropas rusas, corriendo a las misma de los territorios polacos.
Los alemanes propusieron y restablecieron el reino polaco el 5 de noviembre de 1916, y ese mismo día los emperadores de Alemania y Austria (Francisco José I de Austria), proclamaron ficticiamente la independencia del reino polaco, en la práctica el reino era una pantalla, pues estaba ocupada por los imperios mencionados. Fue finalmente con la derrota en la Primera Guerra Mundial de las potencias centrales Imperio Austrohúngaro, Imperio Alemán, Imperio Otomano, Reino de Bulgaria contra los Aliados conformados por Francia, Imperio Británico, Imperio Ruso, Estados Unidos, Reino de Italia, Imperio del Japón, Bélgica, Reino de Montenegro, Reino de Serbia, Reino de Rumania. En la que se destacó el militar polaco Józef Piłsudski, de la baja nobleza polaca empobrecida, en su juventud socialista, para convertirse en emblema de patriotismo.

Finalmente, el 11 de noviembre de 1918, obtuvo su verdadera independencia con la firma del Armisticio de Copiégne, cuando el gobernador alemán Hans von Beseler cede el poder al polaco Jozef Pilsudski. Tras 123 años de ocupación extranjera, el prócer polaco fue el artífice de la ansiada independencia para su pueblo.
Catedral de Cracovia, de San Wenceslao y San Estanislao
General alemán Hans von Beseler ocupó los territorios de Polonia.

Józef Piłsudski, emblema del nacionalismo polaco en la actualidad
