El 3 de agosto llego el rey emérito Juan Carlos a Emiratos Árabes Unidos tras conocerse el escándalo de sus supuestos actos de corrupción en Suiza, que podría deteriorar la imagen de la monarquía española.
Se publicaron una serie de datos e informaciones durante los últimos meses, en donde se comenta el dinero oculto que Juan Carlos I tenía en Suiza y la donación de 65 millones de euros a Corinna Larsen, íntima amiga.
La investigación del origen de esos millones ingresados en Suiza, se está llevando a cabo por la Fiscalía del Tribunal Supremo Español con el fin de averiguar si eran las comisiones pagadas por Arabia Saudita para la construcción de AVE en la Meca.
Hace dos semanas que el rey emérito le dijo a su hijo el rey Felipe VI que viviría fuera de España. Los destinos eran varios, Republica Dominicana y Portugal como posibles hipótesis, y luego, se publicó una fotografía en donde se encontraba en el aeropuerto de Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos.
Nadie había develado cual sería el destino, ni la Casa Real ni el Gobierno. Las fuentes de la Casa Real informaron que él debía comunicar cuando hacer público la situación.
Su abogado, Javier Sánchez Junco, poco después de que el rey emérito abandone España, dijo que “permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que se considere oportuna”.
En lo últimos años, la relación de Juan Carlos I con los Emiratos Árabes Unidos se fue consolidando durante su reinado. A tal punto en que los Emiratos fueron los últimos del Golfo antes de abdicar.
Antes de abandonar el trono y cederlo a Felipe VI, Juan Carlos hizo un viaje a los países del Consejo de Cooperación del Golfo en donde se integra por los Emiratos Árabes, Kuwait, Omán, Arabia Saudita y Qatar. Esa gira fue programada en mayo de 2014, fecha en la cual ya se ponía en marcha la abdicación.