Lo que se espera esta semana es que la Corte Suprema de La Nación incluya en su agenda los “fallos sensibles para el kirchnerismo” en el mismo momento en que Cristina Kirchner encabeza una presión muy grande para ampliar el Tribunal Máximo.
El presidente, Alberto Fernández, avalo la creación de una comisión asesora que recomendó los cambios en la corte. Según el público y el Tribunal, la vicepresidenta tiene un objetivo y es el de poder modificar la composición del cuerpo para mejorar su situación oficial.
El juicio por las irregularidades en la cesión de obras públicas de Vialidad durante el Gobierno de la vicepresidenta con el empresario Lázaro Báez, es el único en su contra.
El 16 de julio, la Corte rechazó planteos de José López -el ex secretario que revoleó bolsos con plata en un convento-, su mujer, el presunto testaferro Andrés Galera; también contra otros ex funcionarios K, como Julio de Vido y Roberto Baratta.
Hay una idea de que vendrán más fallos en la Corte, pero enmarcados dentro del nuevo contexto: “en los últimos dos meses, hubo entre 150 y 200 fallos por semana. Ahora que se levantó la feria, la Corte debería volver a unos 400 o más por semana, que fue el ritmo que tuvo el año pasado. Siempre y cuando no tengas un contagiado que implicar frenar el ritmo. Es una nueva normalidad» informo un funcionario que sigue de cerca la nueva reforma.
La semana pasada, solo la vicepresidenta del cuerpo de la Corte, Elena de Nolasco, participio en la presentación de la reforma judicial. El Gobierno solo llamo a 5 de los miembros, pero los 4 restantes rechazaron la propuesta.